La Unidad Nacional de Protección (UNP), suscribió un contrato con la Unión Temporal OGGA, bajo la figura de urgencia manifiesta, para prestar el servicio de asignación de 250 escoltas en regiones de especial riesgo como San José del Guaviare, La Macarena y Mesetas, en Meta; Los Patios y Tibú en Norte de Santander, entre otros.

El contrato, firmado el pasado 8 de febrero, fija una serie de prohibiciones de manera explícita sobre las acciones que pueden realizar los escoltas y advierte que no pueden ocuparse en tareas domésticas, como sacar a pasear mascotas.

Además, está absolutamente prohibida cualquier relación sentimental con el protegido o su familia.

“El escolta no es un trabajador del servicio doméstico; deberá mantener una actitud de alerta utilizando todos sus sentidos para el ejercicio de sus actividades (…) No debe pasear mascotas ni realizar diligencias que tenga que ver con este concepto (…) No deberá chatear ni utilizar el celular para asuntos personales, ni utilizar agentes distractores mientras se encuentre prestando el servicio”, señala el documento.

Adicionalmente prohíbe “mantener relaciones afectivas con el beneficiario de la medida y con miembros de su núcleo familiar”.

También establece prohibiciones claras en relación con el uso de los vehículos.

Por ejemplo, no debe realizar actividades de agente de tránsito, desviar flujo de vehículos o detener el tráfico con el fin de dar vía al esquema de protección.

El personal de seguridad “no permitirá que dentro del vehículo se transporte elementos ajenos a la actividad de protección, al igual que elementos que puedan ser utilizados para realizar alguna acción delictiva y no deberá hacer uso de vehículo para fines personales”.